sábado, 18 de julio de 2009

OTROS TIEMPOS


La situación de la economía mundial y las desgracias medioambientales parecen haber hecho que la llamada Generación Y abandone los tiempos modernos y se refugie en la música que escuchaban sus padres, en la ropa vintage y deseche el uso de internet

Así lo sugiere una encuesta llevada a cabo por la agencia de marketing Lifelounge, que reveló una gran nostalgia entre los australianos de entre 16 y 30 años hacia el pasado, cuando el mundo parecía más simple y los amigos se veían en persona, no online.

"Comprar ropa vintage, escuchar géneros musicales antiguos, ir de camping con tus amigos y salir a ver espectáculos está poniéndose de moda", dijo el presidente ejecutivo de Lifelounge, Dion Appel, a Reuters.

"El amor por la nostalgia que tiene el sector joven es un reflejo directo de los tiempos mejores que corrían antes de la crisis financiera y el cambio climático", explicó.

El ejecutivo afirmó que los jóvenes buscan simplicidad y autenticidad. Además, se están volviendo introvertidos y se centran en el mundo inmediato ya que todo lo asociado con el término 'global' parece malo.

El estudio anual Urban Market Resarch, en el que se encuestó a cerca de 1.700 personas, determinó que los jóvenes adultos revisaban las colecciones de discos de vinilo de sus padres y que escuchaban tanto rock de las décadas de 1960 y 1970 como swing y jazz.

Las tiendas de vintage, las fiestas de intercambio de ropa, las ventas de garaje o los mercadillos de segunda mano también se están volviendo populares, según el estudio, dado que los seguidores de la moda buscan piezas únicas, sin diseño y más baratas que parecen más auténticas.

La recesión además ha provocado la vuelta de colores vivos como los que se llevaban en la década de 1980, añadió.

Appel dijo que el estudio era una representación de la juventud en otros países occidentales ya que "lo que les lleva a hacerlo es lo mismo: su amor por la música, la moda, los viajes, el deporte y el ocio".

"La crisis financiera es eso, global, así que me imagino que la gente en otros países también se verá afectada de forma parecida", afirmó.

Como consecuencia de la situación económica, muchos jóvenes optan por hacer las fiestas en casa en lugar de ir a boliches a la hora de salir, y el estudio decía que preferían los cabarets y los espectáculos variados.

Y a pesar de que los jóvenes todavía confían en la tecnología, la usan de manera diferente, habiendo caído el tiempo que pasan en línea en 30 minutos a la semana desde el año pasado.

También están cada vez más en contacto con sus amigos por teléfono, mensajes o emails, a la vez que se plantean su adicción a las redes sociales.

"Los jóvenes quieren más contacto con sus amigos, que no son digitales sino tangibles. Empiezan a plantearse la autenticidad de las redes como Facebook o Twitter", concluyó Appel.